«Sin iniciativa, no se puede atraer a los que votaron a favor de Castillo».
Ya acabó el proceso electoral. Perdió Keiko Fujimori. Ahora es necesario colocar en la agenda una alternativa accionaria en vista del fracaso de la vieja derecha. No pudo frenar al comunismo representado por Pedro Castillo. Le faltó propuesta. No se puede reaccionar permanentemente. Sin iniciativa, no se puede atraer a los que votaron a favor de Castillo.
Los electores del lapicito que votaron por el Profesor lo hicieron por darle la contra a la vieja derecha aglutinada alrededor de la candidata de Fuerza Popular.
Ahora nos encontramos en una nueva etapa política. Tenemos al frente al comunismo y su propuesta de Nueva Constitución (NC). Y la vieja derecha sigue con la misma pataleta: no cambiar nada, salvo unos artículos en la Constitución.
¿Y la gente que votó por Castillo, les va interesar esa pobre opción?
La gran mayoría quiere un cambio de verdad: no de Constitución y sus artículos. Quieren incrementar sus ingresos porque el dinero no les alcanza. Quieren calles seguras porque les roban. Quieren abundante trabajo y oportunidades de hacer negocios porque perdieron sus empleos por la cuarentena.
Y la vieja derecha pretende conquistar a más de la mitad de nuestros compatriotas enfatizando que el modelo de economía social de mercado funciona y que no hay que cambiar nada.
La propuesta de hacer un referéndum para no cambiar la Constitución es débil, le falta algo un complemento: una propuesta que cautive a más de la mitad de la población.
Proponemos que sea una Consulta Popular para realizar las reformas liberales pendientes: Política, Económica, Educativa, Salud y Pensiones sin modificar nada de la actual Constitución.
Esta iniciativa coincide con los principales problemas que enfrenta todo peruano: falta de ingresos, seguridad, empleos, negocios, educación y salud de mala calidad y bajas pensiones.
La vieja derecha hundió a Fuerza Popular con su estrategia legalista. No propuso un proyecto político que erosione las débiles lealtades de los votantes de Castillo.
Ahora es momento que el espacio se abra a nuevos actores que ofrezcan una salida política con estas 5 reformas para tranquilizar el ambiente y quitarle las bases a Perú Libre.
Más del 70% de los electores pide una Nueva Derecha (ND) que entre en cancha contraria accionando con la consulta popular por las 5 reformas.
Lo que esperan esos que no votaron ni por Castillo ni por Fujimori es una contrapropuesta a la Asamblea Constituyente. Eso es accionar y no reaccionar como lo hace la vieja derecha.
Ese 70% del electorado fue obligado a votar entre dos falsas opciones que no representan a la mayoría de los peruanos.
Ante esta evidente realidad, la nueva derecha debe poner en agenda un paquete legislativo derogador de leyes malísimas que pasan entre otros planteamientos con reformar al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y su sistema de justicia electoral que falló y deslegitimó la elección de Pedro Castillo. También cambiar el actual sistema de representación política por elección de autoridades por distritos uninominales, eliminar el voto obligatorio y contabilizar el voto viciado y blanco, derogar la ley de partidos políticos para privatizarlos y eliminar el financiamiento estatal, entre otras reformas políticas.
Ahora se viene tiempos difíciles que el nuevo presidente no lo va poder arreglar, ni creemos que vaya terminar su gobierno. La próxima elección debe ser con nuevas reglas, nuevas autoridades no comunistas y nuevos partidos políticos que entren a competir con el cartel partidarizado que impulsó el JNE.
La perspectiva no es nada alentadora en estas semanas y es un imperativo que la Nueva Derecha le dé al pueblo peruano una salida política a la inestabilidad política antes que el escenario se vuelva más violento que ahora; con muertos y heridos que lamentar.
Una vez abierto el debate con la izquierda ahora debemos demostrar la superioridad política, económica y moral de las 5 Reformas liberales en contraposición a la NC.
Solo como un pequeño apunte; el proceso de elaborar una Nueva Constitución significaría un gasto de S/1,600 millones contra los S/350 millones del referéndum por las 5 Reformas.
El primero equivale a 1 año y medio de debate y parálisis económica y el segundo solo de 3 meses sin modificar ningún artículo de la Constitución, mientras la economía sigue con su recuperación.
Mientras que la izquierda propone una Nueva Constitución de cuyos resultados anticipados es incertidumbre, la propuesta de la Nueva Derecha son las 5 que resulta en un aumento de los ingresos que podrían llegar a los USD 100 mil al año como promedio como ocurre actualmente en Qatar Singapur o Macao, China, con calles más seguras como en Canadá y Japón, con abundantes empleos y negocios para todos como en Republica Checa, con educación y salud de alta calidad que todos van a poder pagar y pensiones cuyos montos serán de lejos muy altos a lo que tenemos ahora para vivir de una vejez tranquila.
Poner en la agenda política una propuesta contraria a la Nueva Constitución es el próximo paso para la Nueva Derecha.