El primero de mayo es una fecha que se asocia tradicionalmente con la celebración del Día Internacional del Trabajo. Sin embargo, muchos desconocen que esta festividad tiene sus orígenes en el movimiento socialista y comunista. Esta celebración forma parte del calendario socialista que los liberales no la seguimos.
En el año 1886, un grupo de trabajadores de Chicago inició una huelga pidiendo una jornada laboral de ocho horas. La manifestación culminó con una violenta represión policial que dejó varios muertos y heridos. Tres años después, en 1889, la Segunda Internacional Socialista declaró el 1 de mayo como el Día Internacional del Trabajo. En 1919 la Organización Internacional de trabajo (OIT) declara el Día internacional del trabajo en muchas Naciones.
Desde entonces, esta fecha ha sido adoptada como una celebración del movimiento obrero y socialista en todo el mundo. Sin embargo, muchos países han optado por celebrar el Día del Trabajo en una fecha diferente. En Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, se celebra el primer lunes de septiembre, mientras que en Australia cada estado federal decide la fecha de celebración.
¿Por qué los liberales no celebramos el 1 de mayo como el día de trabajo?. Por varias razones, alguna de ellas:
1. Porque no seguimos una agenta establecida por la Segunda Internacional Socialista.
2. Porque los socialistas consideran que el trabajo es la fuente de riqueza. Los liberales abogamos por la empresarialidad como fuente de generación de riqueza y empleo.
3. Porque mientras un grupo celebran sin trabajar, hay otro grupo de pequeños emprendedores para los que un día feriado es sinónimo de pérdida porque dependen del día a día. Este segundo grupo no pueden trabajar porque la ley les prohíbe. Como ejemplos de éste segundo grupo tenemos a taxista, colectiveros, vendedores de comida al paso, profesores que ganan por hora, entre otros.
4. Con este festejo, los socialistas promueven el ocio, situación legalizada a través de la promulgación de un día feriado por ley, lo que afecta muchas actividades productivas y a la generación de riqueza. Es por esto que los liberales no promovemos el feriado del 1 de mayo.
5.-Por otro lado, La situación laboral en el Perú es alarmante y requiere de una atención inmediata. La tasa de empleo informal ha ido en aumento de manera constante desde el 2018, alcanzando un preocupante 76.8% al cierre del año 2021, segun la OIT para Latam y el Caribe. Desde el 2020, la recuperación del empleo ha estado dominada por la informalidad, llegando a representar hasta un 80% de los trabajos creados hasta el 2022.
Esto es un problema que afecta no solo al Perú, sino a toda la región. Como indica la misma fuente, uno de cada dos trabajadores es informal en Latinoamérica, y el Perú ocupa el segundo lugar en la lista de países con la tasa más alta de informalidad laboral en la región.
En virtud de todo lo anterior, abogamos por más empresas privadas; porque la empresariaridad es cómo “un barco que genera riqueza” en una economía libre, que en un entorno de cooperación y competencia permiten la generación de puestos de trabajo productivo tan necesarios.
Como liberales clásicos, proponemos una festividad diferente. Celebrar valores que sean impulsores del desarrollo como la soberanía nacional (28 Febrero), el liberalismo clásico (19 de marzo), la democracia liberal (18 de abril), el capitalismo liberal (15 de mayo), dinero real (13 de junio), el ambientalismo de propiedad privada (19 de julio), fusionismo (20 de agosto), el federalismo (12 de septiembre), la privatización (3 de octubre), empresario (14 de noviembre) y la globalización (15 de noviembre).
La grandeza de una nación no reside en el adoctrinamiento de una sola ideología, sino en la capacidad de crear un ambiente donde las diversas corrientes ideológicas converjan en pos de un bien común. Los liberales, como defensores de la empresarialidad, no solo vemos el emprendimiento como una fuente de riqueza y empleo, sino como una forma de empoderar al individuo y crear una sociedad libre y justa.
Por otro lado, los socialistas, al celebrar el día del trabajo, ponen en valor el papel crucial que los trabajadores tienen en la economía y en la creación de la riqueza de una sociedad. Sin embargo, una economía verdaderamente libre y próspera no puede ser alcanzada sin un balance adecuado entre la competencia y la cooperación, en un entorno que fomente la división de trabajo y la especialización.
Como liberales clásicos, proponemos un calendario que conmemoren nuestros valores, basados en la libertad individual, la propiedad privada y la libre empresa. Una economía que permita la innovación, el emprendimiento y la creatividad, y que genere oportunidades para todos.
En conclusión, no se trata de una lucha de ideologías, sino de encontrar el equilibrio adecuado entre la libertad individual y la responsabilidad. Debemos trabajar juntos para crear una economía de libre mercado que aumente las oportunidades para todos, que promueva la cooperación y la competencia sana, y que permita el florecimiento de la creatividad y la innovación. Juntos podemos lograr una sociedad libre y próspera para todos.